sábado, 4 de junio de 2011
JUBILEO
Ecuador
Tiene por objetivo valorar la trascendencia de Monseñor Leonidas Proaño en Ecuador y Latinoamérica, desde su pensamiento y práctica, en el proceso de construcción de un colectivo comprometido con una sociedad más equitativa, justa y solidaria.
El siglo XX fue una época de transformaciones… dos guerras mundiales devastadoras; la aparición de escuelas y doctrinas socio-económicas encontradas, revoluciones, entre otros hechos; fue el contexto en el que surge el trabajo de Monseñor Leonidas Proaño, caracterizado por cambios influyentes y decisivos para Latinoamérica y Ecuador.
Su legado principal fue el cambio de mentalidad en las comunidades con las que convivió en la provincia de Chimborazo, éste fue perceptible en la mejoría de la condiciones de vida de las comunidades y en la labor de las organizaciones que perduran.
La muestra que presenta el Museo de la Ciudad está organizada en tres temas:
1: Siglo XX: una época de transformaciones
Presenta el contexto mundial, continental, ecuatoriano y de Chimborazo, provincia donde Monseñor Leonidas Proaño desarrolló sus principales actividades. Se destaca los cambios que tuvo la Iglesia mundial y latinoamericana.
2: El personaje
Da a conocer la vida de Monseñor Leonidas Proaño desde su nacimiento, vocación y opción, y sus obras como evangelizador, educador, profeta, pastor, organizador, sembrador y político.
3: Trascendencia
Presenta los reconocimientos nacionales e internacionales a su labor y la vigencia de su pensamiento y acción.
Monseñor Leonidas Proaño es uno de los personajes de la historia contemporánea que más ha influido en la configuración de la sociedad ecuatoriana a finales del siglo XX e inicios del XXI. Su obra de gran trascendencia para el sector indígena, supera los límites de lo religioso y se inscribe, entre otros ámbitos, sociales, educativos, políticos y económicos.
Taita Leonidas fue llamado también Obispo de los Pobres, Obispo de los Indios, Obispo Rojo, Obispo Comunista, Obispo de los Jóvenes, Obispo de Poncho. Estas denominaciones le signaron una identidad y una ubicación socio-política en la historia, determinadas por su compromiso con los marginados.
El Museo de la Ciudad es un espacio donde se producen y se acogen temas, conceptos, perspectivas interpretativas y valores acerca de la realidad social y de la cultura nacional e internacional. El Museo al ser un espacio de exposición posibilita que el visitante formule sus propios conocimientos.
Para mayor información:
Mayra Godoy, mgodoy@yakumuseoagua.gov.ec;
Lucía Mosquera, mosqueral@yakumuseoagua.gov.ec.
Teléfonos: (02) 251 1100 Ext. 117, 116.
UNIDAD DE COMUNICACIÓN
FUNDACIÓN MUNICIPAL MUSEOS
Jubileo por Monseñor Leonidas Proaño
/ Jueves 22 de mayo de 2008
Quito (EVARED) - Decenas de comunidades eclesiales de base del país iniciaron los preparativos para la Celebración del Jubileo por los veinte años de la partida de Monseñor Leonidas Proaño Villalba.
El jubileo conmemorativo comenzará el 31 de agosto del 2008, fecha en que se recuerda el vigésimo aniversario de su muerte.
Las actividades se extenderán hasta el 29 de enero del 2010, en que se celebrará el primer centenario de su nacimiento.
La organización está a cargo del movimiento "Monseñor Leonidas Proaño", la Fundación Pueblo Indio, y más de veinte organizaciones sociales.
Fuente: Oclacc
Leer: Biografía Monseñor Proaño
El jubileo conmemorativo comenzará el 31 de agosto del 2008, fecha en que se recuerda el vigésimo aniversario de su muerte.
Las actividades se extenderán hasta el 29 de enero del 2010, en que se celebrará el primer centenario de su nacimiento.
La organización está a cargo del movimiento "Monseñor Leonidas Proaño", la Fundación Pueblo Indio, y más de veinte organizaciones sociales.
Fuente: Oclacc
Leer: Biografía Monseñor Proaño
2 Mensajes del foro
“Taita Leonidas: El Valor de la Palabra” es la nueva propuesta que abrió el Museo de la Ciudad de la Fundación Museos, desde este sábado 23 de agosto hasta el próximo 18 de enero del 2009.
Mayor informaciòn:
Unidad de Comunicación e Imagen
FUNDACIÓN MUSEOS
2511 100, ext. 115 / 098006777
Esta exposición se enmarca en la conmemoración del vigésimo aniversario de la muerte de Monseñor Leonidas Proaño, la celebración, -en dos años-, del centenario de su nacimiento y la importancia e incidencia de su obra en varios ámbitos (eclesial, educativo, político, social y económico) del acontecer ecuatoriano durante el final del siglo XX e inicios del siglo XXI. Mayor informaciòn:
Unidad de Comunicación e Imagen
FUNDACIÓN MUSEOS
2511 100, ext. 115 / 098006777
Tiene por objetivo valorar la trascendencia de Monseñor Leonidas Proaño en Ecuador y Latinoamérica, desde su pensamiento y práctica, en el proceso de construcción de un colectivo comprometido con una sociedad más equitativa, justa y solidaria.
El siglo XX fue una época de transformaciones… dos guerras mundiales devastadoras; la aparición de escuelas y doctrinas socio-económicas encontradas, revoluciones, entre otros hechos; fue el contexto en el que surge el trabajo de Monseñor Leonidas Proaño, caracterizado por cambios influyentes y decisivos para Latinoamérica y Ecuador.
Su legado principal fue el cambio de mentalidad en las comunidades con las que convivió en la provincia de Chimborazo, éste fue perceptible en la mejoría de la condiciones de vida de las comunidades y en la labor de las organizaciones que perduran.
La muestra que presenta el Museo de la Ciudad está organizada en tres temas:
1: Siglo XX: una época de transformaciones
Presenta el contexto mundial, continental, ecuatoriano y de Chimborazo, provincia donde Monseñor Leonidas Proaño desarrolló sus principales actividades. Se destaca los cambios que tuvo la Iglesia mundial y latinoamericana.
2: El personaje
Da a conocer la vida de Monseñor Leonidas Proaño desde su nacimiento, vocación y opción, y sus obras como evangelizador, educador, profeta, pastor, organizador, sembrador y político.
3: Trascendencia
Presenta los reconocimientos nacionales e internacionales a su labor y la vigencia de su pensamiento y acción.
Monseñor Leonidas Proaño es uno de los personajes de la historia contemporánea que más ha influido en la configuración de la sociedad ecuatoriana a finales del siglo XX e inicios del XXI. Su obra de gran trascendencia para el sector indígena, supera los límites de lo religioso y se inscribe, entre otros ámbitos, sociales, educativos, políticos y económicos.
Taita Leonidas fue llamado también Obispo de los Pobres, Obispo de los Indios, Obispo Rojo, Obispo Comunista, Obispo de los Jóvenes, Obispo de Poncho. Estas denominaciones le signaron una identidad y una ubicación socio-política en la historia, determinadas por su compromiso con los marginados.
El Museo de la Ciudad es un espacio donde se producen y se acogen temas, conceptos, perspectivas interpretativas y valores acerca de la realidad social y de la cultura nacional e internacional. El Museo al ser un espacio de exposición posibilita que el visitante formule sus propios conocimientos.
Para mayor información:
Mayra Godoy, mgodoy@yakumuseoagua.gov.ec;
Lucía Mosquera, mosqueral@yakumuseoagua.gov.ec.
Teléfonos: (02) 251 1100 Ext. 117, 116.
UNIDAD DE COMUNICACIÓN
FUNDACIÓN MUNICIPAL MUSEOS
HITOS
Hitos Relevantes en la vida de Monseñor Leonidas Proaño
1910 Nace en San Antonio de Ibarra. 1936 Recibe la Ordenación Sacerdotal. 1954 Es consagrado Obispo de Riobamba. 1960 Inicia la Pastoral de Conjunto, nueva forma de hacer Iglesia.Crea Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador (ERPE). 1962 Participa en el Concilio Vaticano II 1963 Constituye el CEAS, Centro de Estudios y Acción Social. 1968 Inaugura el hogar Santa Cruz. Centro de Reflexión Teológico-Pastoral-Político y Social. 1969 Es nominado presidente del IPLA, por parte del CELAM, Consejo Episcopal Latinoamericano. 1973 Recibe al Visitador Apostólico enviado por la Santa Sede. 1976 Es apresado por la dictadura militar junto con 16 obispos de Latinoamérica. 1985 Es relevado como Obispo de Riobamba al aceptársele la renuncia por límite de edad. Recibe el nombramiento de Presidente del Departamento de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. 1986 Es nominado como Candidato al Premio Nóbel de la Paz. 1988 En unión con la CONAIE, promueve la campaña 500 años de Resistencia India. Recibe el Doctorado Honoris Causa por parte de la Escuela Politécnica Nacional y el Premio Bruno Kreisky. en Viena-Austria. Constituye la Fundación Pueblo Indio del Ecuador y el Centro de Formación de Misioneras Indígenas. El 31 de Agosto: Luego de una dolorosa enfermedad regresa al seno del Padre. Breve reseña sobre la vida de Monseñor Leonidas Proaño A la edad de 78 años falleció Monseñor LEONIDAS EDUARDO PROAÑO VILLALBA (1910-1988), Pastor y Profeta de la Nueva evangelización en Latinoamérica, verdadero cristiano que vivió para servir y sirvió para vivir con los más pobres, discriminados y olvidados por la sociedad: los indígenas. Ellos lo llamaban cariñosamente "TAITA OBISPO", Papá Obispo, por que supo con sencillez acercarse, caminar y aprender de ellos al compartir la Palabra y el Pan. Nació el 29 de enero de 1910 en San Antonio de Ibarra, provincia de Imbabura. Allí, en el corazón de la provincia con un alto porcentaje de población indígena del Ecuador, en el contacto con la realidad de sus gentes, fue descubriendo el llamado del Señor para dedicar su vida al servicio de los más pobres, denunciando su opresión y anunciándoles la Buena Nueva del Evangelio. Ingresó al Seminario Mayor de Quito buscando responder libremente al optar por el Ministerio de los Presbíteros, para llegar a ser voz de los sin voz. En Ibarra fundó el semanario La Verdad con el lema "La Verdad os hará libres". En 1941 fundó la CARDIJN, organización social, librería e imprenta al servicio de los jóvenes obreros, tal como nos cuenta su amigo el sacerdote Carlos Suárez Veintimilla: "La JOC nos permitió, a Leonidas y a mí , vivir una experiencia fecunda e inolvidable. Juntos buscamos a los muchachos. Pasamos muchas noches conversando con ellos, comentando el Evangelio, haciendo con ellos, visitas-que eran verdaderas visitas de amigos-al Señor Sacramentado. Presentando dramas en los pueblos. Realizando semanas de estudio y congresos. Caminando con ellos, y ascendiendo a las montañas. Durmiendo bajo la misma tela de carpa o bajo la luz tranquila de las estrellas. Viviendo con ellos sus problemas, sus angustias y sus esperanzas". El 18 de marzo de 1954, es consagrado Obispo para la Diócesis de Bolívar, que comprendía las provincias de Chimborazo y Bolívar. El 29 de marzo hace su entrada en la capital del Chimborazo y en "Cuatro Esquinas", un sencillo campesino rompe el protocolo y antes que baje del carro le extiende su mano y lo saluda diciendo: "Por fin, has venido, Taita Amito". Allí en Riobamba, Monseñor Proaño escucha, comparte y dialoga con gran alegría con ese pueblo esperanzado pero azotado por el egoísmo social, la mentira institucionalizada, la injusticia, la miseria y la desolación. Con este panorama empieza su práctica pastoral. Se hace el firme propósito de ir construyendo en Riobamba la Iglesia como Comunidad servidora del pueblo que la conforma para que se constituya como Pueblo de Dios y alcance su liberación integral. Por ello se dedica a conocer la Diócesis mediante visitas pastorales y va descubriendo la realidad y los problemas de las gentes, que le exigen criterios nuevos, que se van aplicando en planes concretos de acción evangelizadora, en cuya elaboración participan campesinos, sacerdotes y laicos en general. En marzo de 1962, Proaño funda las "Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador", a ejemplo de las emisoras de Sutatenza (Colombia) de Monseñor Salcedo. En 1964 dirige el Departamento de Pastoral del CELAM, promueve intensamente la "Pastoral de Conjunto", en su calidad de Presidente del nuevo Instituto de Pastoral Latinoamericana (IPLA), que por vez primera funciona en Quito. Proaño, soñador e impulsor de la Iglesia, una Iglesia libre y liberadora, convencido profundamente de que "la voz del pueblo es la voz de Dios, y que el servicio y la disponibilidad al lado de los pobres, de los humildes y los oprimidos, para acompañarlos efectivamente en sus luchas, es un imperativo evangélico para los Obispos y los cristianos todos en su tarea de seguir y predicar a Jesucristo", amó a fuerza de presión y no le importó que lo llamaran "El Obispo rojo del Ecuador". Ante todo era un testigo y obrero de la Paz, transformador de este mundo en un mundo de fraternidad, un Evangelizador para quien la Evangelización "es un despertar a la esperanza, es un ponernos en pie, es una disposición a emprender la marcha, es una adquisición de conciencia de que solos no podemos nada y que tenemos que unirnos, organizarnos, hacernos pueblo solidario, para descubrir y destruir en nosotros, en la Iglesia y en la sociedad todo aquello que corroe y desvirtúa en este mundo el Reino de Dios y la misión fundamental de Evangelizar" Monseñor Leonidas trabajó en el CELAM, fue alma de la Conferencia de Medellín, con testimonio y experiencia fue construyendo desde allí toda una Metodología Misionera, que partiendo del proyecto histórico de los indígenas fuera sacando la semilla del Evangelio sin rehuir su incidencia en lo político, pues, pensaba que: "O bien caminamos en el sentido del Evangelio, sin rehuir su incidencia en lo político, abiertamente, o bien, con el pretexto, con la fórmula de que la Iglesia no se mete en lo político contribuimos políticamente a que este sistema de dominación, de pecado, permanezca y se consolide. Y en ese caso somos traidores del Evangelio ya que el Evangelio es subversivo frente a una sociedad estructurada sobre la injusticia y la muerte". |
PRESENTACION
Estructura
El ICCI está conformado por un equipo interdisciplinario de profesionales indígenas y no indígenas con larga experiencia de trabajo en las comunidades y pueblos indígenas del Ecuador, profesionales dispuestos a impulsar actividades relacionadas con las nacionalidades y pueblos indígenas a nivel nacional e internacional.Visión
El ICCI participa en la construcción de una sociedad cultural y políticamente social y económicamente justa, equitativa y plural; basado en la armonía entre la comunidad humana y la madre naturaleza.Misión
El ICCI es una entidad que se dedica primariamente a la documentación de conocimientos y práctica de pueblos indígenas a través de la investigación, capacitación, socialización de información que revitaliza la identidad individual y colectiva. El Instituto también provee Asistencia Técnica a endidades Publicas y Privadas en actividades relacionadas con los pueblos indígenas, orientando el conocimiento hacia la superación de la marginalidad.Sus maestros
Taita Leonidas Proaño:
Discipulo del pueblo
INTRODUCION
Al cumplirse el XIII aniversario del retorno de Leonidas Proaño, al Inti Yaya, al corazón de la Allpa Mama y al reencuentro con nuestros Mayores; es urgente volver nuestras conciencias a las huellas que dejaron sus pies libres, serenos y fecundos; caminando como hermano, compañero, amigo, discípulo y maestro del pueblo. Es importante recordar su fe en los pequeños y excluídos por el sistema capitalista que hoy se presenta con un nuevo rostro neoliberal globalizante, más tecnificado y fantasioso, que extiende sus garras con nuevas estrategias supuestamente solidarias para atraer a sus presas hacia la total servidumbre, a cambio de brindarles migajas de su poder corrupto y corruptible.
SUS PRIMEROS MAESTROSUn fruto no se cosecha de la noche a la mañana. De la misma manera, una persona como Leonidas Proaño Villalba, que se constituyó en un árbol imperturbable, enraizado en sus principios y siempre fiel a ellos, no aparece de la noche a la mañana. El es fruto de un cultivo asiduo desde que fue una pequeña semilla. Fue sembrado en el terreno fértil de su familia, alimentado y regado con un profundo ejemplo y consecuencia. Es allí, en el seno de su familia pobre, en donde aprende los principios fundamentales, que se constituirán en la sabia que nutrirá sus tiernas raíces, que un día serán fecundas. Recordemos sus palabras:
“Soy hijo de familia pobre…
Teníamos que trabajar, por lo mismo que éramos pobres…
Tanto mi padre como mi madre dedicaban largas horas del día a tejer sombreros de paja…
…Recuerdo que llegué a cumplir esta tarea satisfactoriamente y que me sentía orgulloso de ver mis manos ampolladas, sangrantes y luego encallecidas.
…, durante unos pocos años, mi padre arrendó unas cinco hectáreas de tierras. Entonces también aprendí a sembrar, a desyerbar y a cosechar” (Mons. Proaño, s/a , pp. 21-24).
Sus padres inculcaron en él el amor al pobre, al trabajo, a la verdad, a la honestidad, a la valentía, a la libertad,…:
“Tanto mi padre como mi madre tenían un grande aprecio a los indígenas. Parecía que encontraran un gozo especial en conversar con ellos y en servirles…
Ese amor y respeto a los pobres, particularmente a los indígenas, llegó a formar parte de mi propia existencia. Por esto, he dicho más tarde que no he querido nunca ser traidor a los pobres, pues nací en un hogar pobre y aprendí en ese mismo hogar a amar a los pobres…
…, ahora digo que también la amistad de los pobres es un don y que también este don viene acompañado de un mensaje” (ibid. p. 71).
“De lo ajeno, ni una aguja”. Esta es una frase que se repetía mucho en el seno de mi pequeña familia y que tenía que ver, particularmente, en nuestras relaciones con los demás pobres.
De igual manera no debía decir mentiras por nada de este mundo, aunque por decir la verdad pudiera sobrevenir dificultades y castigos…
La honradez, en relación con la verdad, sembró en mi ánimo una especie de culto por la verdad…” (ibid. pp. 26-27).
“Así, el respeto a los bienes ajenos y al derecho que tiene toda persona a la verdad imprimieron en mí uno de los rasgos característicos de mi personalidad, para toda la vida…
Se trata de buscar la verdad, para que brille, por encima de todo y de todos. Debemos decir la verdad. Debemos hacer la verdad. La verdad se dice con la palabra. La verdad se hace con la actitud. Nada de dobleces ni engaños, porque si aspiramos a ser libres debemos ser esclavos de la verdad…” (ibid. p. 232).
“Lo que más agradezco a mis padres es su permanente educación en la libertad y para la libertad.
Todos sabemos que el culto a la verdad engendra la libertad, al menos en teoría. Desde el punto de vista existencial, puedo decir que, cuando se actúa con honradez, con verdad, se experimenta la libertad interior que nada ni nadie puede arrebatarnos…(ibid. pp. 27-29).
“Del mismo modo como la honradez en relación con los bienes ajenos, nos hace libres de toda traba interior para actuar con sencillez, con claridad, con amor, también nos comunica esa tranquilidad de ánimo la actitud que se llama valentía.
La actitud verdadera, esto es, la actitud de permanente búsqueda de la verdad y de sumisión a la verdad, una vez que creemos haberla encontrado, nos comunica una seguridad, una fuerza, una capacidad de aceptación de desafíos y de riesgos que jamás puede proporcionar el miedo…
Dentro de este espíritu de valentía, debo colocar las reflexiones que me hacía mi padre…, me decía: “Al soldado no se lo conoce en el interior del cuartel. Al soldado se lo conoce en el campo de batalla. De igual manera, al cristiano verdadero no se le forma en el interior de un seminario, resguardándole con gruesos muros y con un reglamento que le sirva de barrera. Al verdadero cristiano se le reconoce en medio de los peligros: debe saber luchar contra los peligros de su propio ambiente con firmeza de carácter” (ibid. pp. 29-32).
SUS MAESTROS LOS POBRESSiguiendo el ejemplo de su Maestro Jesús el Cristo, que se encarnó en el pueblo Hebreo y que categóricamente afirmó: “Yo te bendigo Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos de este mundo y las has revelado a los pequeñitos”; Leonidas Proaño se encarnó entre los pobres, particularmente entre los indígenas, allí descubrió que mantienen grandes tesoros culturales, los mismos que los asume como valores llamados a redimir nuestra sociedad ecuatoriana y a la humanidad. Los indígenas le ayudan a reencontrarse con las raíces de su identidad cultural, por esto afirma:
“Tenemos que reconocer, no con vergüenza, reconocer con valor, con aprecio, yo me atrevería a decir, con orgullo, que tenemos sangre indígena, y que, juntamente con ella, hemos recibido de los indígenas, admitámoslo o no, valores culturales indígenas…”(Mons. Proaño, 1990, p. 20).
Aprende de ellos a concebir a la tierra como Madre, a valorar su vida comunitaria, su concepción del trabajo, del tiempo, del dinero, de la política comunitaria, de la solidaridad, su percepción de un Dios en la naturaleza, su potencialidad de lucha resistente y redentora… Considerando todo esto hace la siguiente recomendación:
“Pienso, no sé si estoy soñador, que estos valores que identifican al pueblo indígena en el Ecuador, están llamados a redimir a nuestro país con el aporte y con el apoyo del pueblo no indígena a condición de que este se redescubra a sí mismo, de que perfeccione su autoconocimiento o su conciencia, su propia identidad, de que no se venda por dinero, por los dólares, que no se venda a culturas que nos siguen pisoteando, que siguen explotándonos y que siguen por lo mismo anulándonos como pueblo, como pueblo con una identidad propia” (Mons. Proaño, 1989, p. 32).
Después de más de treinta años de trabajar entre y para los pobres, afirma con la humildad de los grandes:
“…cuanto he vivido y he aprendido no ha sido extraído de las aulas universitarias de mi país o de algún otro país del mundo, sino de la cantera del pueblo, porque mi Universidad ha sido el pueblo y mis mejores maestros han sido los pobres en general y particularmente los indígenas del Ecuador y de América Latina, considerados en Puebla como “los más pobres entre los pobres” (ibid. pp. 5-6).
“Estoy convencido de que los indígenas conservan valores extraordinarios. Si se logra tomar conciencia de ellos, expresarlos en la vida práctica y organizada, esos valores están llamados a redimir a una sociedad que se vuelve cada día más individualista y más conflictiva. Pienso que, inclusive, un esfuerzo de este tipo puede contribuir a la redención del mundo occidentalizado y capitalista” (Mons. Proaño, s/a, p. 229).
CONSAGRACIONSon a estos principios a los que se consagró Leonidas Proaño. A los principios que recibió de sus padres; a los principios que aprendió en el evangelio liberador de Jesús encarnado entre los pobres; a los principios de sabiduría presente en los empobrecidos y de una manera particular a la sabiduría ancestral presente en el corazón de los pueblos indígenas. Principios que hoy en día tanta falta hacen y a los que debemos consagrarnos todos los seres humanos que tenemos la firme esperanza en la construcción de una SOCIEDAD NUEVA.
Estos principios son los que hoy pretende deborar el sistema neoliberal, para el cual los únicos valores son los que generan las ganancias producidas por las leyes omnímodas del mercado. Sistema anticrístico de muerte que produce una suculenta felicidad solo para unos pocos. A este sistema capitalista, Leonidas Proaño consibe de esta manera:
“El capitalismo es frío, como es frío todo lo que es metálico. No le importan los hombres ni los pueblos. Le importan las ganancias. Y solamente le importan los hombres y los pueblos en la medida en que éstos le proporcionan ganancias. Para poder devorar ganancias, devoran hombres y pueblos. Es frío, no tiene corazón” (Mons. Proaño, 1990, p. 118).
“Nuestro país, como tantos otros países de América Latina, ha caído, desde mucho tiempo atrás, en las garras de este monstruo. Dependemos de él de múltiples maneras. Somos su juguete. Nos hace pensar como él piensa. Nos hace actuar como él quiere…
En el juego toma parte importante el FONDO MONETARIO INTERNACIONAL. Ha venido a dar repetidamente consejos. Dentro de la situación de dependencia, estos consejos equivalen a PRESIONES…
Pero el monstruo del capitalismo no habita sólo en el extranjero, en los países llamados desarrollados, en Estados Unidos y Europa: habita también dentro de los países latinoamericanos, dentro de nuestro propio país. Esa raíz gruesa y profunda tiene ramificaciones. Ese monstruo tiene tentáculos aquí, dentro de nosotros” ( Mons. Proaño,1983, pp. 8-10).
Todas sus energías las consagró a la construcción de una sociedad alternativa a este sistema capitalista, y para ello trabajó por la construcción del hombre nuevo con los más nobles ideales y la destrucción del hombre viejo con sus intereses mezquinos.
CONCIENTIZACION, EVANGELIZACION Y POLITICAPara la consecución de estos objetivos puso en práctica el proceso de CONCIENTIZACION, que no es otra cosa, que el caminar con el pueblo con una pedagogía que respeta al pueblo, que cree en la capacidad de análisis del pueblo y que por lo mismo es el sujeto del descubrimiento de la realidad con sus diversos matices. Su magistral apoyo consistió en ser un MAESTRO DE LA PREGUNTA ADECUADA, DE LA SISTEMATIZACION RESPETUOSA, Y DE LA PALABRA PRECISA, VALIENTE Y OPORTUNA.
Desarrolló una auténtica EVANGELIZACIÓN LIBERADORA, que posibilita el descubrimiento de los deberes y derechos que tenemos como hijos de Dios. Que nos ayuda a tomar conciencia de las palabras de Jesús: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Palabras que anuncian vida abundante para todos y no solo para unos pocos. Es importante recordar sus propias palabras:
“Dentro de este panorama desolador, he sido testigo, durante más de treinta años, del poder liberador del Evangelio, vale decir, de la continuidad de realización de los signos con que Cristo acompañaba la proclamación de la Buena Nueva a los pobres. Efectivamente, quienes estuvieron ciegos ahora ven, quienes habían perdido la palabra, por causa de la opresión, y estaban mudos, ahora hablan; quienes se sentían tullidos y paralíticos, porque habían sido maltratados durante siglos, ahora caminan y se organizan como pueblo” (Mons. Proaño, 1989, p. 7).
Propuso un COMPROMISO POLITICO auténtico, que conduzca a una unidad efectiva y posibilite el cambio de esta realidad de injusticia, de esta democracia de mentira, de esta sociedad huérfana de solidaridad:
“Sentémonos a reflexionar, a ver con claridad y luego preocupémonos de conquistar una autodisciplina, una fuerza de carácter para poder dar todo nuestro apoyo para poder comprometernos con las grandes causas, no por algo pasajero, sino por la edificación de la sociedad nueva” (Mons. Proaño, 1990, p. 123).
“Lo que llamamos pueblo quizá es ahora en buena parte masa, multitud. Tenemos que contribuir nosotros para que el pueblo sea realmente pueblo, para que su conciencia sea cada vez más clara y más crítica, para que su solidaridad sea cada vez más fuerte, para que su compromiso sea cada vez más decidido…” (Mons. Proaño, 1983, p. 8).
“Por esto, sueño en la posibilidad de una sociedad nueva. Por esto veo la necesidad de crear conciencia también en las organizaciones populares urbanas de la necesidad de una práctica económica, educativa y política que sea convergente con el caminar del movimiento indígena, de modo que no se produzcan competencias y conflictos, sino más bien colaboraciones complementarias” (Mons. Proaño, s/a, p. 229).
SALVACION“…Siempre estamos esperando que la salvación nos venga de otra parte. Hay que dar una vuelta total. La salvación, hablando en términos políticos, tiene que venir del pueblo, pero mediante una praxis” (Mons. Proaño, 1983, p. 10).
Estas frases en primer lugar nos interpelan. En segundo lugar nos alertan para no poner nuestra esperanza en falsos redentores; y, en tercer lugar nos llevan a preguntarnos: ¿Estamos realizando un proceso de transformación de esta sociedad confiando en la reflexión del pueblo? ¿En estos últimos años, nuestra fe ha estado en el pueblo? ¿Cúanto hemos dialogado con el pueblo? ¿Qué sentido tienen las “tomas de poder” si al final no cambia nada a favor del pueblo? ¿Qué poder es el que queremos tomar o construir y desde dónde lo estamos haciendo? ¿El trabajo respetuoso que realizó Proaño en el pueblo puede ser una luz para este tiempo? …
Estas y otras preguntas surgen al recordar la vida de nuestro hermano y compañero. Muchos dirán que ese camino de reflexión con el pueblo es un camino muy largo y tedioso, los que hemos tenido la oportunidad de aprender en el pueblo decimos que a la larga ES EL CAMINO MAS CERTERO. Es evidente que este trabajo requiere de un gran esfuerzo conjunto, leamos lo que nos dice a continuación:
“…Estamos llamados de todos los lados a aportar lo que somos, lo que podemos, lo que hacemos. Ha quitarnos de la cabeza todo sectarismo entre nosotros mismos, todo aire de superioridad y de manipulación…La visión de Fe nos hace pensar que tenemos que buscar la unificación del pueblo y la práctica de un pluralismo comprensivo, amplio, tomando en cuenta las diversas capacidades…Todos debemos caminar en un mismo sentido.
…tenemos que tomar en cuenta a todas las clases populares, con todas sus diferencias, con todas sus capacidades, y de que tenemos que tomar en cuenta todas sus necesidades. Una tarea difícil pero necesaria…”(ibid. p.9).
CONCLUSIONBibliografía
Necesitamos tomar conciencia de que el futuro de nuestra sociedad dependerá, en gran medida, de las semillas que seamos capaces de sembrar, con nuestro ejemplo, en el seno de nuestras familias e instituciones educativas alternativas. Semillas-principios que deberían tener los nutrientes de nuestra filosofía ancestral y los aportes de mujeres y hombres que han luchado por una sociedad digna para todos; desde esta perspectiva, es evidente que Jesús el Cristo también es una gran vertiente de luz.
Debemos retomar nuestra fe en el pueblo, en su capacidad de reflexión-acción, para desde allí continuar levantando un proyecto de sociedad alternativa y de esta manera constituir un auténtico liderazgo colectivo.
Si queremos construir, sinceramente, una NUEVA SOCIEDAD, debemos demostrarlo superando nuestros intereses mezquinos, nuestras vanidades personales y muchas veces sectarias, ya que estas actitudes son los más grandes impedimentos para alcanzar una verdadera unidad, sin la cual habremos perdido el tiempo y frustrado la esperanza del pueblo.
PROAÑO VILLALBA, Leonidas E.: Creo en el hombre y en la comunidad. 2da. Edición. Edit. Gallocapitán. Otavalo-Ecuador s/a. pp 251.
MONS. PROAÑO, Leonidas: La tierra es vida, En Palabra viva 4. Edición CECCA, CEDECO, FEPP, Fundación Pueblo Indio del Ecuador. Quito-Ecuador 1990. Pp 32.
MONS. PROAÑO, Leonidas: La tierra es vida, En Palabra viva 1. Edición CECCA, CEDECO, FEPP, Fudación Pueblo Indio del Ecuador. Quito-Ecuador 1989. pp 35.
MONS. PROAÑO, Leonidas: El profeta del pueblo,Selección de sus textos. Co-edición CIUDAD-CEDEP-FUNDACION PUEBLO INDIO DEL ECUADOR-FEPP. Ecuador, Estuardo Gallegos E.,1990. pp 410.
PROAÑO, Leonidas E.: Fe y política, Exposición realizada en el Instituto Pastoral de Riobamba, sobre Realidad Nacional Coyuntural, durante los días 17 al 20 de Octubre de 1983 en Santa Cruz.
MONS. PROAÑO, Leonidas E.: Crisis del capitalismo, Edición Instituto de Pastoral y ERPE. Riobamba-Ecuador 1983. pp 19.
CIENCIAS SOCIALES
Ciencias Sociales
La historia de las ciencias sociales tiene sus raíces en la filosofía antigua. En la historia antigua, no existía diferencia entre las matemáticas y el estudio de la historia, la poesía o la política. Durante la Edad Media, la civilización islámica hizo importantes contribuciones a las ciencias sociales. Esta unidad de ciencia como restos descriptivos y razonamiento deductivo de axiomas crearon un marco científico.
La Ilustración vio una revolución con la entonces denominada "filosofía natural", con la cual se modificó el marco básico por el cual los individuos entendían lo que era "científico". En algunos sectores, el avance creciente de los estudios matemáticos presumía una realidad independiente del observador y que funcionaba por sus propias normas. Las ciencias sociales provienen de la filosofía moral de la época y estuvieron influenciadas por la Era de las revoluciones, tales como la Revolución industrial y la Revolución francesa.1 Las ciencias sociales desarrolladas a partir de las ciencias (experimentales y aplicadas) o el conocimiento de base sistemático o prácticas prescriptivas, relaciones con el progreso social de un grupo de entidades interactuantes.2 3
Los inicios de las ciencias sociales en el siglo XVIII están reflejados en la Enciclopedia de Diderot, con artículos de Rousseau y otros enciclopedistas. El crecimiento de las ciencias sociales también fue mostrado en otras enciclopedias especializadas. En el período moderno, el término "ciencias sociales" fue inicialmente utilizada como un campo conceptual distinto.4 Las ciencias sociales fue influenciada por el positivismo,1 centrado en el conocimiento basado en la experiencia real en sentido positivo y evitando lo negativo; la especulación metafísica fue eliminada. Auguste Comte usó el término "ciencia social" para describir el campo, tomado de las ideas de Charles Fourier; Comte también se refiere al campo de la "física social".1 5
Después de este período, hubo cinco vías de desarrollo que surgieron en las ciencias sociales, influenciadas por Comte y otros campos.1 Una de ellas fue la investigación social, por la cual se llevaron a cabo grandes muestras estadísticas en varias partes de Estados Unidos y Europa. Otro camino fue iniciado por Émile Durkheim, quien estudió los "hechos sociales", y por Vilfredo Pareto que introdujo ideas metateóricas y teorías individuales. Un tercer camino, desarrollado por Max Weber, surgió de la dicotomía metodológica, en la cual se identificaba y entendía el fenómeno social. La cuarta ruta se fundamentó en la economía, desarrolló y promovió el conocimiento económico como el propio de una ciencia dura. La última vía fue la correlación de conocimiento y valores sociales; Weber demandó firmemente esta distinción. En esta vía, la teoría (descripción) y la prescripción eran discusiones formales no superpuestas de un tema.
Para el inicio del siglo XX, la filosofía ilustrada había sido desafiada en varios frentes. Después de la utilización de las teorías clásicas desde el final de la revolución científica, diversos campos sustituyeron los estudios matemáticos por estudios experimentales y analizaron ecuaciones para construir una estructura teórica. El desarrollo de subcampos de las ciencias sociales se hizo muy cuantitativa en la metodología. Por el contrario, el carácter inter y transdisciplinar de la investigación científica en el comportamiento humano y los factores sociales y ambientales que la afectaban hizo que muchas de las ciencias naturales se interesaran en algunos aspectos de la metodología de las ciencias sociales.6 Ejemplos de una frontera borrosa incluyen disciplinas emergentes, como la medicina, sociobiología, neuropsicología, bioeconomía e historia y sociología de la ciencia. Cada vez más, la investigación cuantitativa y los métodos cualitativos están siendo integrados en el estudio de la acción humana y sus implicancias y consecuencias. En la primera mitad del siglo XX, la estadística se convirtió en una disciplina independiente de matemática aplicada, por lo que los métodos estadísticos cobraron mayor confiabilidad.
En el período contemporáneo, Karl Popper y Talcott Parsons influyeron en la promoción de las ciencias sociales.1 Los investigadores continúan en busca de un consenso unificado sobre qué metodología tendrá el poder y refinamiento de conectar una "gran teoría" propuesta" con las múltiples teorías de medio rango que siguen proveyendo con considerable éxito marcos utilizables para bases de datos masivos y crecientes (véase consiliencia); sin embargo, en la actualidad, los distintos ámbitos de las ciencias sociales evolucionan en una miríada de formas, aumentando el conocimiento general de la sociedad. Las ciencias sociales en el futuro previsible estarán compuestas de diferentes áreas de investigación de campo.1
HISTORIA DE MONS LEONIDAS PROAÑO
Hitos Relevantes en la vida de Monseñor Leonidas Proaño
Breve reseña sobre la vida de Monseñor Leonidas Proaño
A la edad de 78 años falleció Monseñor LEONIDAS EDUARDO PROAÑO VILLALBA (1910-1988), Pastor y Profeta de la Nueva evangelización en Latinoamérica, verdadero cristiano que vivió para servir y sirvió para vivir con los más pobres, discriminados y olvidados por la sociedad: los indígenas. Ellos lo llamaban cariñosamente "TAITA OBISPO", Papá Obispo, por que supo con sencillez acercarse, caminar y aprender de ellos al compartir la Palabra y el Pan.
Nació el 29 de enero de 1910 en San Antonio de Ibarra, provincia de Imbabura. Allí, en el corazón de la provincia con un alto porcentaje de población indígena del Ecuador, en el contacto con la realidad de sus gentes, fue descubriendo el llamado del Señor para dedicar su vida al servicio de los más pobres, denunciando su opresión y anunciándoles la Buena Nueva del Evangelio.
Ingresó al Seminario Mayor de Quito buscando responder libremente al optar por el Ministerio de los Presbíteros, para llegar a ser voz de los sin voz.
En Ibarra fundó el semanario La Verdad con el lema "La Verdad os hará libres". En 1941 fundó la CARDIJN, organización social, librería e imprenta al servicio de los jóvenes obreros, tal como nos cuenta su amigo el sacerdote Carlos Suárez Veintimilla:
"La JOC nos permitió, a Leonidas y a mí , vivir una experiencia fecunda e inolvidable. Juntos buscamos a los muchachos. Pasamos muchas noches conversando con ellos, comentando el Evangelio, haciendo con ellos, visitas-que eran verdaderas visitas de amigos-al Señor Sacramentado. Presentando dramas en los pueblos. Realizando semanas de estudio y congresos. Caminando con ellos, y ascendiendo a las montañas. Durmiendo bajo la misma tela de carpa o bajo la luz tranquila de las estrellas. Viviendo con ellos sus problemas, sus angustias y sus esperanzas".
El 18 de marzo de 1954, es consagrado Obispo para la Diócesis de Bolívar, que comprendía las provincias de Chimborazo y Bolívar. El 29 de marzo hace su entrada en la capital del Chimborazo y en "Cuatro Esquinas", un sencillo campesino rompe el protocolo y antes que baje del carro le extiende su mano y lo saluda diciendo: "Por fin, has venido, Taita Amito".
Allí en Riobamba, Monseñor Proaño escucha, comparte y dialoga con gran alegría con ese pueblo esperanzado pero azotado por el egoísmo social, la mentira institucionalizada, la injusticia, la miseria y la desolación. Con este panorama empieza su práctica pastoral.
Se hace el firme propósito de ir construyendo en Riobamba la Iglesia como Comunidad servidora del pueblo que la conforma para que se constituya como Pueblo de Dios y alcance su liberación integral. Por ello se dedica a conocer la Diócesis mediante visitas pastorales y va descubriendo la realidad y los problemas de las gentes, que le exigen criterios nuevos, que se van aplicando en planes concretos de acción evangelizadora, en cuya elaboración participan campesinos, sacerdotes y laicos en general.
En marzo de 1962, Proaño funda las "Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador", a ejemplo de las emisoras de Sutatenza (Colombia) de Monseñor Salcedo.
En 1964 dirige el Departamento de Pastoral del CELAM, promueve intensamente la "Pastoral de Conjunto", en su calidad de Presidente del nuevo Instituto de Pastoral Latinoamericana (IPLA), que por vez primera funciona en Quito.
Proaño, soñador e impulsor de la Iglesia, una Iglesia libre y liberadora, convencido profundamente de que "la voz del pueblo es la voz de Dios, y que el servicio y la disponibilidad al lado de los pobres, de los humildes y los oprimidos, para acompañarlos efectivamente en sus luchas, es un imperativo evangélico para los Obispos y los cristianos todos en su tarea de seguir y predicar a Jesucristo", amó a fuerza de presión y no le importó que lo llamaran "El Obispo rojo del Ecuador".
Ante todo era un testigo y obrero de la Paz, transformador de este mundo en un mundo de fraternidad, un Evangelizador para quien la Evangelización "es un despertar a la esperanza, es un ponernos en pie, es una disposición a emprender la marcha, es una adquisición de conciencia de que solos no podemos nada y que tenemos que unirnos, organizarnos, hacernos pueblo solidario, para descubrir y destruir en nosotros, en la Iglesia y en la sociedad todo aquello que corroe y desvirtúa en este mundo el Reino de Dios y la misión fundamental de Evangelizar"
Monseñor Leonidas trabajó en el CELAM, fue alma de la Conferencia de Medellín, con testimonio y experiencia fue construyendo desde allí toda una Metodología Misionera, que partiendo del proyecto histórico de los indígenas fuera sacando la semilla del Evangelio sin rehuir su incidencia en lo político, pues, pensaba que:
"O bien caminamos en el sentido del Evangelio, sin rehuir su incidencia en lo político, abiertamente, o bien, con el pretexto, con la fórmula de que la Iglesia no se mete en lo político contribuimos políticamente a que este sistema de dominación, de pecado, permanezca y se consolide. Y en ese caso somos traidores del Evangelio ya que el Evangelio es subversivo frente a una sociedad estructurada sobre la injusticia y la muerte".
Mons. Proaño no sólo hizo la opción por la justicia y por los pobres sino que en verdad luchó por la justicia y fue pobre entre los pobres, no sólo habló de formación de comunidades y evangelización liberadora sino que en su praxis pastoral organizó numerosas Comunidades de Base y mediante una Pastoral de Conjunto formó múltiples Ministros laicos, catequistas, misioneros, futuros sacerdotes, dirigentes de organizaciones populares, educadores, administradores, secretarios....
Los pueblos de América Latina han recibido la Palabra y el testimonio del Hombre, Amigo, Pastor, Profeta y servidor del Pueblo Pobre, en esta Iglesia Viva que reconoce en sus angustias y esperanzas el brazo del Señor que continúa actuando para liberar permanentemente a su Pueblo. Por ello seguros estamos que su semilla continuará dando grandes y abundantes frutos en la búsqueda de la conversión y la liberación integral, compromiso que nos involucra a todos en la Iglesia especialmente, pues, como Monseñor Proaño afirmaba:
"Todos somos Iglesia y como hay una Iglesia-Poder desde el punto de vista económico y hay una Iglesia-Poder desde el punto de vista de las alianzas explícitas o tácitas con el poder político, con el poder de los gobiernos... Cuestionamos e interpelamos esta Iglesia y esta sociedad con un inmenso amor y búsqueda de conversión desde el cuestionamiento o interpelación que nace de la vivencia del Evangelio por parte de los pobres de América Latina y de otras partes del mundo. Pensamos que esta Iglesia somos nosotros. Es conmovedor escuchar a los campesinos: "Somos Iglesia".
Creo que es necesario, frente a todo lo que está sucediendo, todo lo que da oportunidad de decir y vivir a los teólogos de la liberación, a los pastores y a los cristianos que estamos metidos ahí con el pueblo que sufre, todo lo que podamos decir, todos nosotros, puede ayudar en un momento dado como testimonio a dar un cambio, un viraje en la vida de la Iglesia y la sociedad".
Una vez que fue aceptada su renuncia como Obispo de Riobamba, el 29 de enero de 1985, cumplidos sus 75 años de edad, fue nombrado Presidente del Departamento de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y aquí pudo ampliar su trabajo, contagiar a los indígenas del Ecuador de todos los sueños que nacieron en su Iglesia de Riobamba.
El 12 de Agosto de 1988, entregó los Estatutos de la Fundación Pueblo Indio del Ecuador a cinco miembro s del organismo rector de la vida de esta institución: el pleno. Cinco personas de las más variadas experiencias humanas fueron escogidas para llevar adelante el trabajo de la Fundación, con el espíritu de su fundador, tratando de prolongar su obra en medio del Pueblo Indio.
Pocos días antes de morir suscribió su testamento en el que luego de un hermoso credo explicita su opción por la pobreza y por los pobres y como muestra de su amor a los pobres y sobre todo a los indígenas hace constar su voluntad de constituir la Fundación Pueblo Indio del Ecuador y el Centro de Formación de Misioneras Indígenas del Ecuador, con el encargo de llevar adelante el Plan Nacional de Pastoral Indígena que lo fue elaborando a lo largo de dos años con los aportes de los indígenas de varios pueblos y nacionalidades, diversas organizaciones, y de ministerios eclesiales...
El amanecer del 31 de Agosto de 1988, le arrancó el último suspiro, sin quejas, sin estertores se durmió en los brazos del Señor a quien amó apasionadamente.
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